Este proyecto surge del deseo que tienen los profesores participantes de mejorar las actitudes personales y las actuaciones grupales de sus alumnos en sus distintos ámbitos sociales de convivencia, desde la escuela a la casa o el barrio, impulsando así una dinámica de prevención ante la intolerancia que tenga como base el propio conocimiento individual y el entendimiento, el diálogo y la resolución de conflictos mediante la comunicación y el apoyo mutuo sin prejuicios.
Este planteamiento anterior surge de la necesidad de fomentar valores de tolerancia y respeto hacia los demás para resolver los conflictos que pueden surgir en una sociedad tan diversa como la nuestra.
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